viernes, 31 de julio de 2009


Una dice ¡no ahí tal crisis! , mientras una tira un plato al piso. Una dice ¡No ahí tal crisis!, y se ríe con su mejor cara de bolida Una dice ¡No ahí tal crisis!, y saca un turno en la peluquería. ¡No hay tal crisis! y te pones kilos de tapa ojeras. Una vez que, aceptas que la crisis es tal crisis estás preparado, ya podes negar la crisis. Una dice ¡No ahí tal crisis! y rompe lo que tiene a mano. Una dice ¡No ahí tal crisis! y hace steps como loca. Una pone su mejor cara de bolida y dice ¡No ahí tal crisis!, Pero tarde o temprano llega el día donde la crisis tiene la evidencia de una estría. Y ahí no queda otra ahí que aceptarla. Se puede negar la crisis un día, un mes, un año. Pero llega el día en que la crisis explota. Atravesar la crisis es como pasar el pelo por agua oxigenada, te aclara el pelo de raíz. Llega la crisis uno cree que es el final, que se termina todo, pero en realidad ahí empieza todo Atravesar una crisis como pasar por un buen cirujano plástico, sos la misma pero distinta. Dan miedo las crisis. Uno le teme a lo desconocido, casi como a un mal peluquero. En chino, japonés, coreano, tailandés, en algún idioma oriental crisis quiere decir oportunidad. Las crisis son como los años, te sorprenden y no te queda otra, ahí que decidirse a llevarlo. Las crisis es un viaje de ida pero también pueden ser un viaje de vuelta. Por eso decimos ¡No ahí tal crisis!

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