martes, 20 de octubre de 2009


Y hoy regresas aquí con el síndrome de víctima con llantos, y fallaste a perfección; y este teatro, permíteme reírme, que gracioso te quedó el show. Pero niño por Dios, no pretendas someterme a tu chantaje, donde tu psicología me hace la culpable. Levántate del suelo, que llorando te ves fatal. Y no, y no tolero una infidelidad absurda, sinónimo de traición. No no, ya mataste con tu dedo defectivo aquella historia que alguna vez aquí existió. Ya este amor, infectó de traición, contagió la ilusión; no hay medicación que deshaga el tumor que nació en mi interior y por mi condición, le quedan meses de vida a mi corazón. Sube y baja el telón, repetitiva actuación, con tus lágrimas falsas, pidiendo perdón; pero ya terminó, tu jueguito acabó. Dile adiós a mi amor. Y ahora aplausos por favor, denlen un Oscar a el mejor actor del año; por las escenas tan dramáticas y engaños, si no es una molestia un autógrafo en papel. Y no, y no tolero una infidelidad absurda, sinónimo de traición. No no, ya mataste con tu dedo defectivo aquella historia que alguna vez aquí existió. Ya este amor, infectó de traición, contagió la ilusión; no hay medicación que deshaga el tumor que nació en mi interior y por mi condición, le quedan meses de vida a mi corazón. Su rival: el telón. Repetitiva actuación, con tus lágrimas falsas, pidiendo perdón; pero ya terminó, tu jueguito acabó. Dile adiós a mi amor. Your dismissed from my life.

No hay comentarios:

Publicar un comentario